Agapornis Roseicollis

Latín: Agapornis Roseicollis
Clasificación: Psittaciformes, Psittacidae, Agapornis
Zona geográfica: Sur de África
Tamaño: De 13 a 16 cm
El inseparable de cara de melocotón (agapornis roseicollis) es la especie más popular de entre todas las especies de Agapornis, y es una de las especies de Psittaciformes más criada en cautividad. Uno de los motivos principales es su alta capacidad de proliferación, llegando a poner entre 4 y 6 huevos en cada puesta. Además, es el psittaciforme con más mutaciones de color que existe; entre las mutaciones más conocidas están: azul, cremino, lutino, golden cherry, silver cherry, violeta, pastel, cara blanca, cara naranja y un largo etc. Este pequeño psittaciforme de aspecto robusto y simpático es un buen ejemplar como mascota, siempre y cuando se mantenga a un solo individuo; y será más simpático aún si lo adquirimos cuando sea joven. Por el contrario, los agapornis roseicollis son aves muy territoriales y muy “peleonas” cuando se mantienen en comunidad, aunque las disputas nunca llegan a causar ningún daño (excepto a otras especies de aves, a las cuales pueden llegar a matar si éstas son aves pacíficas). El Agapornis roseicollis es una de las 9 especies pertenecientes al género Agapornis, incluidas dentro de la familia Psittacidae, orden Psittaciformes. Actualmente se conocen 2 subespecies del inseparable de cara de melocotón:
  • Agapornis roseicollis roseicollis (Vieillot 1818)
  • Agapornis roseicollis catumbella Hall 1952

Descripción

El Agapornis Roseicollis dispone de un plumaje de color verde; la frente y la cara son rojas mientras que las mejillas, el pecho y la garganta son de color rojo rosado; el cuerpo, el abdomen y las infracoberteras caudales son verde amarillentas; la rabadilla es azul brillante, y las infracoberteras alares son verde pálido con reflejos azules; la parte superior de la cola es verde con las plumas externas con una banda naranja, la parte inferior de la cola es azulada, la zona perioftálmica es gris, pico de color carne, iris marrón oscuro y patas grises. La subespecie Agapornis roseicollis catumbella es similar a la subespecie nominal (Agapornis Roseicollis Roseicollis), pero destaca en él un plumaje de color verde mucho más intenso. La cabeza presenta un color rojo más llamativo. La coronilla, mejillas, garganta y zona superior del pecho son más rosadas. Aún así, en las especies de cautividad es prácticamente imposible distinguir una subespecie de otra ya que con la gran variedad de mutaciones de color verde que existen no podemos saber de que subespecie se trata. La hembra es prácticamente igual que el macho, de hecho no existe ningún dimorfismo sexual entre ambos; aun así hay algunos autores que consideran que las hembras de Agapornis roseicollis son de mayor tamaño que los machos, aunque es algo que realmente es muy difícil de distinguir. Un método que es muy efectivo es el de los huesos de la pelvis, estando en las hembras más abiertos que en los machos. Los jóvenes son similares a los progenitores, aunque presentan la base del pico de color negruzco que se va aclarando conforme va adquiriendo el color de adulto. Además los colores de la cabeza son de tonos más rosados y el plumaje verde del cuerpo es más oscuro.

Hábitat Natural

Distribución geográfica y hábitat

El inseparable de cara de melocotón (Agapornis Roseicollis) tiene su área de distribución desde el sudoeste de Angola hasta Namibia, en África del Sur. La subespecie Agapornis Roseicollis roseicollis se extiende al norte de la provincia de El Cabo hasta Namibia. También se los ha visto en Botswana, aunque en poblaciones muy reducidas, y de las cuales no se sabe con certeza si existen todavía. La subespecie Agapornis Roseicollis catumbella esta presente en el sudoeste de Angola. Las poblaciones de ambas subespecies son comunes en determinadas regiones. Su hábitat son las zonas áridas y rocosas con presencia de árboles y arbustos, a altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 1.600 m aproximadamente; también se pueden observar en palmerales, en áreas de cultivo y en las cercanías de zonas habitables (como campos de cultivo) que tengan cursos de agua. Son aves que nunca se verán lejos de zonas con agua, y cuando les falte recorrerán largas distancias en busca de ésta (ríos, grandes charcas, etc., a la que acuden constantemente durante el día).

Alimentación

Los agapornis roseicollis se alimentan principalmente de semillas, especialmente de las semillas de Acacia y Albizia; así como de bayas, brotes tiernos y yemas de plantas (entre las que destacan las del género Euphorbia). También se alimentan de frutas y de los granos (especialmente maíz y girasol) de los campos de cultivo donde suelen causar daños importantes. Pero sólo se quedaran en estos campos de cultivo y alrededores siempre que existe agua abundante cerca, de lo contrario volarán en busca de ella.

Comportamiento social y reproducción

Los agapornis roseicollis son aves que se agrupan en pequeñas bandadas de hasta 12-15 individuos, y solo en muy raras ocasiones se agrupan un gran número de individuos. Son aves muy activas y ruidosas, y constantemente se producen peleas dentro del grupo; las parejas siempre permanecen cercanas el macho de la hembra, los cuales se acicalan mutuamente con bastante regularidad. Estos agapornis son aves nómadas que realizan paradas en zonas donde hay agua y que solo abandonaran cuando ésta se agote. La estación de cría comprende desde febrero hasta mayo, siendo aves que crían en colonias; anidan en las grietas o en los nidos de los tejedores (Philetarius socius, Plocepasser mahali). Transportan el material para el nido en el pico o entre las plumas; el material consiste en corteza desmenuzada, pequeñas ramitas, briznas de hierba, etc. La puesta es de 4 a 6 huevos y la incubación dura 23 días, realizada exclusivamente por la hembra.

Estatus

El Agapornis Roseicollis o inseparable de cara de melocotón no está globalmente amenazado, y hasta este año estaba incluido en el Apéndice II (Anexo B) del Convenio CITES. Pero, afortunadamente, el Reglamento 1332/2005 que se publicó el 19 de agosto de 2.005 excluía de cualquier Apéndice (Anexo) del Convenio CITES al Agapornis roseicollis. Digo afortunadamente porque esto quiere decir que existe el suficiente número de ejemplares en cautividad que no es necesario importarlos, lo cual es una ventaja pues es un paso para evitar que esta especie llegue a extinguirse por culpa de las importaciones. Aunque hay que seguir luchando para evitar la deforestación, los incendios y otros problemas que ponen en peligro la supervivencia de esta y todas las especies animales y vegetales que existen.

Cría del Agapornis Roseicollis

Alojamiento Agapornis Roseicollis

Los agapornis roseicollis son aves muy activas y resistentes, las cuales preferentemente deben alojarse en parejas o pequeños grupos. Están constantemente desmenuzando la madera por lo que se aconseja suministrarles corteza y ramitas de árboles frutales periódicamente. Dentro de la bandada suelen producirse pequeñas peleas entre ellas que no van más allá de una serie de chillidos estridentes y prolongados. Les encanta el agua tanto para beber como para darse unos buenos baños sobre todo en los meses más calurosos. Estos agapornis pueden alojarse en aviarios con unas medidas mínimas de 2 x 1 x 2 m, si es en pequeñas bandadas o en jaulas espaciosas de un metro cuadrado aproximadamente si en parejas. En zonas de temperaturas extremas es necesario resguardarlos de las heladas y las corrientes de aire frío, siempre por encima de los 10º C. El nido no es necesario quitárselo una vez terminada la época de cría, ya que lo utilizarán para dormir durante la noche y los protegerá en las noches frías.

Alimentación Agapornis Roseicollis

La alimentación de los agapornis roseicollis es fundamenta para su salud. A estos agapornis se les puede suministrar una mezcla de semillas de mijo, mixtura de canario, girasol y cáñamo, así como el mijo en rama; ocasionalmente le podemos suministrar brotes de hierbas y de mijo, y una gran abundancia de frutas, verduras y hortalizas. Durante la época de cría les podemos suministrar galleta y pastón de huevo. A los jóvenes es recomendable suministrarles vitamina C y suplementos minerales.

Reproducción Agapornis Roseicollis

Los agapornis roseicollis son aves muy fáciles de criar y de mantener, y pueden llegar a criar durante casi todo el año si están en unas condiciones óptimas. Para ello es necesario proveerles constantemente de ramas de árboles frutales, sauce llorón, palmera, pino, etc. para que puedan construir el nido, que tras desmenuzarlos transportarán entre las plumas hasta el nido. La puesta media de un agapornis roseicollis es de 3 a 6 huevos y la incubación dura unos 21 días. Es conveniente suministrarles mineral ya que de lo contrario los jóvenes pueden nacer con deficiencia de plumas.